miércoles, 30 de mayo de 2012

ARQUITECTURA BAJO LA FALDA III


Tras el aparatoso miriñaque, la mujer del último cuarto del siglo XIX añadió una nueva estructura y con ella una nueva silueta mucho más cómica y extraña que en siglos pasados.
Se trataba de un armazón que atado a la cintura lanzaba todo el volumen a la parte de atrás. Este artilugio era el polisón.



Surgió hacia 1860 como evolución de la crinolina y desplazaba todo el interés de la figura femenina hacia el final de la espalda. Pronto se convertiría en una pieza indispensable en el vestuario de las mujeres elegantes.
Durante dos décadas el polisón cambió por completo la silueta femenina, que ahora lucía toda la riqueza de sus vestidos en la parte de atrás, donde además del volumen se dejaban caer cascadas de volantes, drapeados, pasamanería, borlas, lazos...
El polisón tuvo su momento de máximo esplendor en las décadas de 1870-1880, para  ir decayendo hasta su desaparición. Pero antes de su despedida final deforma la silueta hasta el extremo; la mujer luce una figura con cintura muy estrecha acompañada por un volumen en la espalda que se podía confundir con una repisa. La imagen es casi la de un centauro engalanado con las mejores telas y mas ricos adornos.



Durante este periodo reaparece el "vestido a la polonesa" tan popular durante el Rococó. Este vestido lucía una sobrefalda que se recogía formando drapeados, lo que hacía que el volumen ya ganado con el polisón aumentase gracias a la acumulación de tejido. También se caracterizaban por el uso para su confección de tejidos con estampados florales.
Este tipo de vestidos también eran conocidos como "Dolly Varden". Este nombre viene de un personaje de una novela de Charles Dickens titulada "Barnaby Rudge" (1841), muy popular en esa época.



En 1876 el polisón desaparece durante unos siete años y es reemplazado por la falda de cola de abanico. Este era un modelo de falda muy ajustado, con drapeados inferiores y que lucía una gran cola llena de volantes. Con este nuevo vestido la silueta de la mujer es la de una sirena.


Durante este periodo nace un vestido denominado: vestido línea de princesa. Este nombre nace en honor a la princesa Alejandra de Dinamarca y reina de Gales tras la muerte de la reina Victoria.
Este vestido se caracterizaba por entallarse totalmente al cuerpo gracias a numerosos cortes y pinzas verticales. 


La mujer por fin lucía su silueta, aunque lo hizo por muy poco tiempo, pronto reaparecería el polisón y lo haría en todo su esplendor. Aún así, cabe destacar la importancia del vestido línea de princesa, puesto que fue la primera vez desde hacía siglos que la mujer tuvo conciencia de sus formas naturales.



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