lunes, 12 de septiembre de 2011

UN RINCÓN DE MODA


¿Qué es "Un rincón de moda"? Es un espacio en el que os contaré curiosidades, historias, anécdotas y mil  y una verdades sobre la Historia de la Moda.
La Historia siempre me ha llamado la atención, sobretodo los datos curiosos; gracias a mi trabajo he tenido que indagar en los rincones del pasado y revolver los armarios de nuestros ancestros para ver qué se vestían. En esa búsqueda me he encontrado con historias verdaderamente curiosas, así como personajes muy relevantes para la moda.
Os iré hablando de esas pequeñas cosas que hicieron de la moda algo grande.
Empecemos pues con la "lección" de hoy:


LAS MUÑECAS MANIQUÍ

Como no podía ser de otra manera, empiezo este "Rincón para la moda" hablando de muñecas. Se trata de las muñecas maniquí, también conocidas bajo el nombre de pandoras y muy populares a partir del siglo XVII.
 En una época en la que el periodismo de moda era algo rudimentario,se enviaban desde París muñecas perfectamente vestidas a la moda a los modistos de la época y a clientes privados en todo el mundo occidental. Estas muñecas realizaban la función que hoy día realizan las revistas sobre moda más populares y que marcan tendencia.
Podían estar hechas de cera, madera o porcelana y ser articuladas; su tamaño oscilaba entre el de una muñeca de juguete común y el tamaño real de una persona.
De las primeras muñecas de moda poquísimas han sobrevivido hasta nuestros días; algunos expertos creen que, una vez terminada su función publicitaria, los niños las utilizaban como juguetes y, como consecuencia, su vida se acortaba de forma considerable.


Los periódicos de principios del siglo XVIII nos relatan que el tráfico de estas muñecas era tan intenso que, a modo de ejemplo, en la ciudad de Londres llegaban cada mes.
Para que os hagáis una idea de lo importante que era que las damas de las cortes tubiesen su muñeca de moda a tiempo os voy a relatar una curiosidad:
Durante los años que duró la Guerra de Sucesión española, Inglaterra y Francia lideraban coaliciones enfrentadas. El conflicto militar desembocó en una batalla comercial, de forma que, por ejemplo, los ingleses les cobraban unos impuestos más bajos a los vinos portugueses (aliados suyos) que a los franceses.
Los ingleses por su parte trataron de impedir la circulación de la moda francesa (por aquel entonces Francia, con París a la cabeza, era la que marcaba la moda en todo Occidente), impidiendo la entrada de muñecas en Inglaterra y haciendo imposible encontrar alguna en todo el país.
Según "The Spectator" (un periódico contemporáneo inglés), esta medida provocó que las fanáticas de la moda se desesperasen y, angustiadas, iniciaran una serie de protestas y sobornos para que las muñecas regresasen.
A pesar de la mala publicidad llevada a cabo por los escritores ingleses en contra de todo lo francés, el embajador inglés concedió a las damas de Londres un favor especial y otorgó a las muñecas un salvoconducto, gracias al cual, esta mercancía era la única respetada por ambos bandos. 
Unos años más tarde estos maniquíes comenzarían a realizar viajes mucho más largos que el de París a Londres. Atravesando el Atlántico llegaban a Boston y Nueva York, donde las enamoradas de la moda debían desembolsar una cantidad predeterminada solo para ver la muñeca, y tres veces más si se la querían llevar a su casa para examinarlas más a fondo.
Pero las limitaciones de estos figurines como herramienta publicitaria eran evidentes, puesto que solo tenían acceso a ellos un número determinado de personas, las que podían desembolsar la cantidad de dinero necesaria para su disfrute.
Al tiempo que los modistos intentaban acercar la moda a todas las clases, o más bien a las clases que pudiesen pagarla, se necesitaba un medio de comunicación más popular y accesible; es por ello que se empieza a poner al servicio de la moda el grabado.
Estas imágenes tenían la ventaja de poder ser reproducidas tantas veces como fueran necesarias y su renovación era mucho más frecuente. 
Nace así la madre de la actual fotografía de moda, el grabado de moda.

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