sábado, 31 de marzo de 2012

LA FUERZA DE LO SENCILLO


Vuelvo a mostraros unas manos muy especiales que ilustran la moda.
En esta ocasión os voy a presentar a Cédric Rivrain.


De origen Francés, este ilustrador conjuga el dibujo a mano con los retoques digitales consiguiendo unos resultados en apariencia sencillos y delicados, pero es de esta delicadeza y sencillez de donde brota su genialidad.


Ilustración para Balenciaga en 2008.

Introducido en el mundo de la ilustración a los 18 años, Cédric ha colaborado con los grandes nombres del mundo de la moda. En su currículo aparecen firmas tan grandes como Galliano, Yves Saint  Laurent, Louis Vuitton o Prada, entre otros.


Ilustración para Alexander McQueen 
en 2007.


Trabajo para Prada en 2008.

Su firma, lo que lo hace diferente a los demás, es la elección de tonos pastel como único fondo de sus trabajos. 
La sutileza del color hace que sus ilustraciones aparezcan de forma leve en el papel dando la sensación de obra inacabada, aunque los detalles en color enseguida nos muestran la fuerza de sus creaciones.


Para Louis Vuitton en 2007.


Trabajo para Balenciaga en 2008.

En sus ilustraciones  están presentes modelos de renombre como Kate Moss, Sasha  Pivovarova o Natasha Poly, entre otras muchas, y a las que le da importancia en el retrato, como si posasen en una sesión de fotos.


Kate Moss


Sasha Pivovarova


Natasha Poly

Uno de sus trabajos más reconocidos es el realizado en el año 2010 para las casa de tocados y sombreros "Maison Michel", perteneciente a la firma Chanel.
En este trabajo retrató a rostros conocidos en el mundo de la moda luciendo las creaciones de esta casa.



Además de ilustrar el mundo de la moda, Cédric Rivrain también tiene otros trabajos alejados de las pasarelas. 
Si queréis conocerlos y saber más sobre él visitar: 



domingo, 25 de marzo de 2012

LUCIENDO TRENZA


¡Hola a tod@s! He estado experimentando con el peinado de POUPÉES. Si, ya lo se. Los experimentos con el pelo no suelen se buena idea. Pero en este caso no quedó del todo mal.
Para empezar escogí una camiseta gris claro para trabajar mi nueva creación y volví a recuperar el rojo para pintar.
Una vez pintada la cara (tengo que decir que en esta ocasión me quedó un poquito pepona) y el peinado, rebusqué entre mis aparejos y escogí la tela, el hilo y los adornos.


La combinación quedó bastante bien, mezclando grises, azules y rosas, bastante primaveral.
Después de coser el vestido y fruncir el encaje del escote escogí un lazo de raso azul marino para convertirlo luego en una lazada. 
Hay que sujetarlo todo muy bien para que no se mueva a la hora de coser; para eso vienen genial unos alfileres.


Como toque final adorné esa lazada con un gran botón en rosa, a juego con el encaje del bajo del vestido. 
¡La verdad es que queda genial!



Para la trenza escogí encaje a juego con el modelo y lo acompañé con unas rositas de raso en rosa y azul marino. El peinado no podía ser una simple trenza, tenía que tener el toque POUPÉES.


Las mangas y el bajo de la camiseta llevan el mismo encaje que el vestido. Al ser tan ancho luce un montón.


Espero que os haya gustado. 
Seguiré probando peinados nuevos, aver qué tal.

jueves, 22 de marzo de 2012

ARQUITECTURA BAJO LA FALDA I


A lo largo de la historia de la indumentaria han ido apareciendo y desapareciendo una serie de artefactos que las mujeres colocaban debajo de sus faldas y con las que ganaban volumen en sus vestidos y una vida más incómoda.
Esta locura empieza en el siglo XVI durante el esplendor del Renacimiento. Si ya por aquel entonces la ropa era incómoda por su rigidez y su peso por el exceso de adorno , se le añadió el verdugado.
De origen español, el verdugado era una falda de forma acampanada y rígida sobre la que se colocaban unos aros realizados con ramas de un arbusto: el verdugo, del que adopta el nombre.
El objetivo de esta falda era el de impedir que la falda se arrugase y que la silueta femenina se ensanchase a medida que se acercaba la falda al suelo. El efecto óptico era el de una mujer de cintura estrecha y porte siempre perfecto.
En el año 1545 empezó a utilizarse en Inglaterra y de ahí pasó al resto de Europa convirtiéndose en una prenda de uso habitual entre las mujeres.

Catalina de Medici luciendo la
silueta obtenida gracias a la 
utilización del verdugado.

En el año 1580 aparece el verdugado francés, y dota a la mujer de un aspecto curioso; la sensación es de que la dama en cuestión parecía que estaba dentro de una rueda, de ahí que también fuera llamado "verdugado de rueda". 
Este nuevo verdugado daba una forma más redonda a la falda.

Cristina de Francia luciendo
la silueta con verdugado
francés.

Por aquel entonces también existía la versión italiana del verdugado. El verdugado italiano era básicamente como el francés pero levantado en la parte de detrás con una especie de cojín.
Una última versión de esta prenda era el llamado verdugado rollo que consistía en una pieza de tela almohadillada que se sujetaba al cuerpo mediante unas cintas.
Tras el Renacimiento aparece una estructura nueva: el guardainfantes.

Guardainfantes.

Este armazón redondo estaba construido con alambres y cintas e iba sujeto a la cintura de las mujeres.
De origen también español (siglos XVI y XVII), cuenta la historia que esta estructura ocultaba los embarazos y que de esta peculiaridad nacería su nombre.
Debajo del guardainfantes las mujeres se colocaban una sucesión de enaguas y faldas que ayudarían a aportar volumen a los vestidos de la época.
Lógicamente este armazón no era utilizado por todas las mujeres, ya que se trataba de un elemento muy costoso.
Esta estructura desaparecería de la moda a mediados del siglo XVII con la aparición del tontillo.


Estructura de un tontillo.

  Tontillo.

El tontillo era una especie de faldellín con aros de ballena o de otro material que se utilizaba para ahuecar los vestidos.
 El tontillo fue una prenda que se popularizó en España bajo el reinado de Carlos II. Su uso se extendió hasta la segunda mitad del siglo XVIII.
 Cuando esta prenda llegó a Francia se denominó pannier, nombre que derivaba de "paniers" que eran las cestas que colgaban a ambos lados de los animales de carga.
 El tontillo francés fue aumentando gradualmente de amplitud durante el Rococó, llegando a alcanzar varios pies de largo a cada lado en la época de María Antonieta por lo que se convirtió en una prenda muy poco funcional ya que había que modificar las puertas de los coches, hogares y establecimientos para que las damas pudieran entrar.

Vestido con tontillo.

El siglo XVIII supuso el final de las estructuras incómodas que creaban una silueta femenina artificial, incluso cómica. Tras la Revolución Francesa todos los excesos de la moda fueron erradicados y las siluetas femeninas se volvieron más gráciles y naturales durante el Neoclásico, con la ausencia de los adornos y las excentricidades que hicieron mella en la sociedad francesa del 1789.

Silueta propia del Neoclásico.

No obstante, la arquitectura volverá a surgir en la moda unos años más tarde  y con la llegada del siglo XIX  se ratificará esa frase tan vinculada a la moda que dice: "la moda es cíclica". Volverán las ballenas y el tamaño de la falda femenina alcanzará sus mayores dimensiones. 
Pero todo esto lo veremos en el próximo "RINCÓN DE MODA".  



jueves, 15 de marzo de 2012

UNA PAMELA PARA EL SOL


¡Hola de nuevo! ¡Menuda semanita llevo! No he tenido ni un segundo para respirar; pero bueno, ahora que se ha calmado la cosa os voy a enseñar lo último de POUPÉES.
Como se acerca el buen tiempo, con el solete y el calorcito, me ha parecido apropiado preparar a mis muñecas para la estación primaveral; así que les he colocado una pamela. La idea de la forma de la pamela me la dio Balenciaga con su colección de Primavera-Verano de este año. ¿A que es genial la forma?


Así que cogí un papel y me puse a garabatear la idea. Nunca os había enseñado mis bocetillos para las camisetas. No son nada del otro mundo, solo ideas a grandes rasgos.



Ya con la carita y su nueva pamela diseñada, me fui a mi mini-taller para confeccionarle el vestido.


Mi mini-taller no es otra cosa que mi máquina de coser y tooodas mis cajitas con botones, hilos, lazos, colgantes...Lo de "mini" no era un eufemismo. 
En la siguiente foto podéis ver las telas que escogí para esta POUPÉES. 
¿A que combinan muy bien?


Con el modelito confeccionado había que colocar los detalles que iban a adornar el escote: el encaje beige a juego con el bajo del vestido, el lazo de gros grain negro, el colgante de plata tibetana con forma de reloj y un botoncito forrado en raso color vino.
Ya, de paso, preparé la base para los adornos de la pamela.



Era mi primer sombrero, así que tenía que quedar bonito. Junté todas mis cajas y busqué hasta encontrar los adornos adecuados. De entre todos escogí dos rosas de raso en morado y rosa, otro botoncito idéntico al del escote y una mariposita en plata tibetana, uno de mis colgantes favoritos.


Solo faltaban unos detalles: un lacito muy coqueto en el bajo del vestidito y colocar encaje a juego en las bocamangas de la camiseta.


Y así es como quedó. ¡Tachán! 


¿Os gusta? A mi me encanta el resultado. 
Creo que los sombreros también van a estar de moda en POUPÉES. 


sábado, 3 de marzo de 2012

SU PEQUEÑO UNIVERSO DE LOS LIBROS



Volando por entre los muchos ilustradores que me he encontrado últimamente me he posado en Nicoletta Ceccoli; sencillamente me ha enamorado.
La ternura que desprenden muchas de sus ilustraciones hacen que te quedes embobado viendo cada pequeño detalle de la escena mientras tus labios dibujan una sutil sonrisa.


"Adagia"

Nicoletta Ceccoli nace en San Marino en 1973 y se forma en el Instituto de Arte de Urbino.
Según cuenta ella: "Siempre he tenido el deseo de trabajar como ilustradora de libros infantiles desde mis primeros años en la escuela. Lo considero como una forma de arte. Quiero seguir con ella todo el tiempo mientras pueda encontrar proyectos interesantes".
Muchos de sus trabajos han sido expuestos en la prestigiosa "Feria del Libro Infantil de Bolonia". Entre sus muchos galardones se encuentran: el premio "Andersen-Baia delle Favole" en 2001, el premio a la excelencia otorgado por la publicación "Communication Art" y la medalla de plata de la "Sociedad de Ilustradores de Nueva York" en el año 2006.
En cada una de sus ilustraciones nos transporta a un mundo de fantasía y surrealismo al que solo viajamos en nuestra infancia o cuando soñamos.


"Ancrosa"


"Daphne"


"Ágata"

Entre viaje y viaje al mundo de los sueños también nos lleva de su mano a otros mundos de cuento en los que las princesas inocentes e indefensas no son tan inocentes y tampoco están tan desprotegidas.


"Dragón"


"Girls don´t cry"


"Fight"

 "Siempre he tenido un interés particular, amor/obsesión, por las muñecas. Era libre para llevar sus historias por un camino surrealista." Este gusto se ve reflejado en algunas de sus ilustraciones en las que nos presenta a pequeñas señoritas en situaciones dramáticas, fantasiosas o incluso perversas.


"Olympia"


"Beedream"


"Girls don´t cry"


"Katerina"

Algunos de los libros de los que fue ilustradora son: "The girl in the castle inside museum", "Oscar and the mooncats", "Beautiful nightmares", entre otros muchísimo títulos más.
Si queréis saber más de ella y conocer sus últimos trabajos entrar en www.nicolettaceccoli.com